Se presentan las ganas de no hacer nada, de no salir de
la cama.
No quiero subir la persiana, hay muchas cosas tuyas aún
por la habitación. No quiero luces que me tienten a mirar.
Pero no hay nada más peligroso que la mente, los
recuerdos, la gente y sus preguntas…
Me cuesta asumir la situación, quisiera que todo vuelva a
ser como antes. Por esta vez el problema no soy yo, o eso creo.
Necesito tiempo, aún estoy en shock. Quizás me plantee
las cosas de otra manera.
Tengo que ser dura a pesar de todo, no va a resultar fácil
borrar tanto daño.
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