miércoles, 30 de diciembre de 2015

En el fondo del mar.

Esa sirena me hipnotizó con su cantar, era lo más bello que jamás escuché.
Me sentía totalmente atontado, debía poner rumbo a esa voz.

La encontré al fin y pude apreciar su rostro, que era aún más bello que su cantar.
Tenía una cara dulce, unos ojos grandes y llamativos repletos de luz, una melena larga rubia con reflejos anaranjados, unas caderas asombrosas y una piel clarita.
Me enamoré a primera vista.

Acabé en el fondo del mar, con mi barco atravesado por una roca, el corazón roto y sin ella.





 
biz.