¿No te has preguntado nunca que es lo que eres?
Para tus padres: el amor de sus vidas y el sol de sus ojos.
Para tu vecino: el o la plasta de la música a tope.
Para tu profesor: ese alumno inteligente que pasaba un tanto de la asignatura.
Para tu jefe: aquella persona humilde que se deja la piel para llegar a fin de mes.
Para el resto del mundo: una persona más.
¿Pero para el gobierno?
Eres un conjunto de números con una letra, un código de barras, una cuenta bancaria, un ''apto'' o ''no apto'', una simple cifra...
A veces creo que la gente que necesita ayuda, no es atendida por otra gente, sino por máquinas.
Ya sé que ellos son nada más que trabajadores que cumplen unas normas, pero, ¿y los que están por encima?
Seguro que ellos no se van a dormir pensando... ''¿cómo voy a sobrevivir mañana?''
sábado, 24 de octubre de 2015
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ResponderEliminar... no me he podido sustraer a la
levedad de la vida;
todo tan perecedero,
tan finito
como marcado por una
transitoriedad,
que la vida solo es un
soplo,
eternamente
fugaz,
y ese soy yo
con mi nada y mi
vacío ...