martes, 24 de noviembre de 2015

Comunicar seduce.

Ya no sabemos hablar en público, hemos cambiado el habla pero a peor.
Raramente se sabe transmitir un mensaje con claridad, eficacia y convicción. Con suerte ahora algunos centros de enseñanza cuentan con cursos de debate.
Es en casos, como por ejemplo en entrevistas de trabajo, donde tenemos la necesidad de que nos enseñen a hablar en público. Hablar bien no es un don.
Evitar bloquearse es fundamental. Poco a poco conseguirás transmitir lo que deseas.
Aparte de seguir unas pautas de aprendizaje, es muy importante prestar atención y entender lo que el interlocutor dice, y sobretodo no tener miedo.

Quien es novato, por decirlo de alguna manera, respira con agitación, abre los ojos más de lo habitual, suda... contagia su estado de ánimo a los demás. Es básico aprender a relajarse y eliminar los gestos de inquietud. Muévete siempre con naturalidad.

La voz también juega un papel importante. 
Cuando miras a la persona o grupo de personas con las que hablas, puedes saber si están atentos, se aburren o han desconectado. Por eso cuando estés dando información, modularemos el volumen y el tono, haremos pausas y cambiaremos el ritmo.

Es más fácil si llevas en una hoja palabras clave, por si te pierdes, puedas seguir.
Tampoco muestres superioridad ni inferioridad, estáis hablando entre iguales.


Si has llegado hasta aquí, significa que, con más o menos acierto, he conseguido transmitir el mensaje.
Y recuerda que ''comunicar tiene que ver con seducir''.





domingo, 22 de noviembre de 2015

Matarnos.

Acabo de tirarme sobre la cama y llego colocada de tus manos.
He llegado enloquecida por tus uñas y dientes clavados en mi piel.
Estoy totalmente drogada por tu boca, por tanto estallarte los labios.
Le he dedicado suspiros a la punta de tus dedos, y aún me queda aliento para una vez más.
No me sacio de ti, ni de que mis caderas se muevan al compás de tu lengua.
Me resulta imposible separar mis manos de tu pelo y mis dientes de tu cuello.

Y ahora cuento el tiempo que nos queda para volver a fundirnos, para ir al paraíso a gastos pagados.



miércoles, 18 de noviembre de 2015

La búsqueda de la felicidad.

Desde hace poco tengo que ir al fisioterapeuta por tener una buena amistad con las contracturas. Le pregunté a mi fisio si aparte del estrés y mala postura, influía el estar de mal humor, y me respondió que sí. Le dije que pasaba mucho tiempo frente al ordenador, en parte por tener un blog en el que suelo escribir críticas sociales, y su consejo fue que debía ser más optimista y escribir cosas positivas.

Estos últimos días le he dado mucho al coco sobre la búsqueda de la felicidad, y he llegado a la conclusión de que la felicidad no llega, sino que se aprende. No funciona con piloto automático.
Tú elijes el camino, las opciones, las personas, lo que quieres en tu vida y lo que no.
La felicidad depende del modo que cada cual decide vivir las cosas. 

Siempre habrán altibajos, no todo va a ser de color de rosa, la vida es cambiante y tendrás que aprender a convivir con experiencias positivas y negativas, pero sin bascular más las negativas.
Aceptar con naturalidad estos altibajos es lo que nos puede dar un bienestar duradero.
No condiciones tu bienestar, no lo pospongas. 

El dinero no da la felicidad, el dinero da tranquilidad cuando puedes llenar la nevera y pagar la hipoteca. Otra cosa es que creas que estando forrado tienes felicidad interminable y no es así. 
Felicidad es una emoción, y eso queridos, no se compra.

Tener esperanza es esperar, la felicidad comienza cuando se deja de esperar.


Os dejo un consejo:
''Cuando vayas a proponerte una meta, que sea de corto plazo, así asegurarás la llegada hasta ella y no te fatigarás en el camino.''






lunes, 9 de noviembre de 2015

Lo que sobra.

Muchas personas viven creyéndose siempre necesitadas. Pero el secreto consiste en desprenderse de lo que se tiene en exceso.

Escuchas a las personas hablar y por lo general es: ''Es que no tengo suficiente autoestima. Lo que me falta es más confianza en mí. Si tuviera más tranquilidad.  Si no fuera por esto y por lo otro. A ver si encuentro pareja. El día que encuentre trabajo...''.
Todo son comentarios sobre lo que no se tiene, lo que se perdió o lo que pudo ser y no fue.
Todo se basa en lo que no existe, lo que falta aún o lo que ya no se tendrá nunca.

Que nos falten cosas en la vida puede ser motivador para alcanzar esos propósitos. 
No lo tengo pero lo quiero. 
Pero para algunas personas, esto es como si se tratase de un retrato, basado en la falta de posibilidades, capacidad y merecimiento. Con poca autoestima y creyéndose incapaces.

Otras personas, en cambio, utilizan la carencia como eslabón perdido en su imagen de perfección.
Son autoexigentes, tendentes al enfado por una nimiedad, algo hinchadas de ego, excesivamente susceptibles a la crítica y amargadas... siempre porque a las cosas les falta ese puntito.

Al final, todos salen de este vacío carencial. Pero caen en una trampa: aprenden a vivir en la falta y no en el deseo de lo que tienen.


Hay que aprender a tener una buena vida, no echar en falta una buena vida.









martes, 3 de noviembre de 2015

No me juzgues de antemano, por favor y gracias.

Hoy he llegado antes a clase (por antes me refiero a llegar antes que nadie) y esperando a que llegaran mis compañeros y mi profesora para abrir la puerta, he escuchado sin querer una conversación muy interesante y correcta para unos niños de apenas 13 años...

Y sí, he escuchado la conversación sin querer, pero es que ha sido inevitable no hacerlo con la de voces que estaban pegando en medio del pasillo.

La conversación entre los chiquillos ha sido tal que así:

  - Oye que yo de alcohol acabé a tope...
  + Anda que yo... ¡Un vaso detrás de otro!
  - Sí, pero si ¡tú eres un matao'!
  + Que va, pregúntale a tu primo, ya verás que dice...

Todo esto uno enfrente del otro con una pose de macho alfa total. Muy cómico todo.

Entre tanto mi profesora que aparecía por el pasillo, dirige la mirada hacia ellos y luego a mí.
A través de sus ojos podía entender el mensaje: este es el futuro de España, del que un día vamos a depender...


No sé tú, pero yo a los 13 años aún seguía jugando con las barbies, salía a que me diera la luz del sol, iba con mis padres a todos lados, veía el Grand Prix, jugaba a polis y cacos con mis amigos, hablaba de por qué el mar se ve azul y a la hora de la cena estaba en casa.
Ahora lo normal es que tengas un móvil que parece un azulejo, juegues a minecraft hasta horas insospechadas, no tengas ningún tema de conversación interesante, aumentes tu ego cada fin de semana que salgas de fiestuqui y te roces con alguien, lo único que veas es Gran Hermano y vuelvas a casa cuando cierra la discoteca si eso...

Ahora si buscas respeto y educación, podrás mover montañas que raramente encontrarás.
Los chiquillos pasan por tu lado con aire de superioridad, abren la boca y lo único que salen son palabrotas, son más exigentes y pidones que los de mi generación... ¿Sabes lo realmente triste? Que no nos llevamos mucho la verdad. ¿Qué cojones ha pasado en tan pocos años?

Es un tema que toca bastante la moral, por lo menos a la gente que sigue creyendo en unas reglas y modales y saben comportarse.

Esto es un puñetero problema para los jóvenes, pero no tan críos.
No sabes la de veces que he intentado que me tomen en serio o he intentado integrarme en un debate (que a mi juicio no era un tema tan complicado como lo planteaban) y me he tenido que joder y quedarme a un lado en muchas ocasiones. A los míos y a mí nos meten en el mismo saco, el de los incompetentes.



Dedico estas palabras a todos aquellos que creen que todos los adolescentes y jóvenes son iguales:

''¿Piensas que a mí no me molesta como es la sociedad actual? Sin dos dedos de frente y materialista. ¿Crees que es agradable pasar por un parque y ver que con los que jugaba en el colegio, ahora se están drogando? Tampoco me gusta ver a las chicas con un pantalón tan corto que parece que han salido en bragas. 
De hecho me gustan los modales, las formas correctas, comportarse en la mesa, hacer mis cosas intimas como bien dice la palabra (en la intimidad), me gusta culturizarme, y sobretodo que no me juzguen de antemano sólo por la edad. Gracias.''













domingo, 1 de noviembre de 2015

¿Creador?

Hace unos días leí una historia que pusieron en un pasillo del hospital. Recuerdo que la historia trataba de un hombre que había muerto y el Señor hizo con él un recorrido por todos los recuerdos de su vida. 
Este hombre contaba la historia y decía que caminando por los mejores momentos de su vida, veía que en el suelo habían marcas de huellas, las suyas y las del Señor.
Pero, por los malos recuerdos, al mirar al suelo sólo veía las marcas de un par de huellas.
Entonces le preguntó al Señor: ¿Por qué en los malos momentos me dejaste sólo?
A lo que el Señor le respondió: Porque, hijo mío, en tus malos recuerdos te llevé en brazos.

Entonces, en ese momento yo pienso ''tú no lo llevabas en brazos, tú te largaste y lo dejaste sólo''.


Y que casualidad que ayer, 31 de octubre, a puntito del día de todos los santos, llaman a mi puerta unos testigos de Jehová.
Les dejé que me soltaran el tostón para ver que novedades traían (por si había bajado el ''todo poderoso'' a acabar con el hambre en el mundo, las enfermedades sin cura o la violencia).

Ellos me dieron a entender que los científicos no se equivocaban, que hemos ido evolucionando, pero que igualmente hay un ''creador'' que nos ha dado la Tierra para poder vivir, y que a partir de ahí nosotros hemos ido poniendo nuestro granito de arena.
Que él nos ha dado el ''domicilio'' perfecto, por eso en algunos países te congelas y en otros mueres de calor. En otros pasan todo tipo de catástrofes naturales.

También dijeron que no estábamos solos y yo asintiendo pensé ''claro que no, siempre hay alguien que ya no está en este mundo pero que de alguna manera nos protege, y Dios no es, lo tengo claro''.

Añadieron que nosotros nos hemos ido copiando de los animales, por ejemplo: las aves.
Por eso nosotros creamos los aviones para poder desplazarnos más rápidamente por el aire. 
A lo que yo digo que obviamente algún modelo tendríamos que tener, pero la capacidad de poder inventar no es que viniera precisamente dentro de nuestro disco duro. 
La necesidad hace que inventemos, nadie nos diseñó con ese instinto. 

La Tierra está llena de nuestras producciones, de nuestras obras y no las de nadie más.









 
biz.