lunes, 9 de noviembre de 2015

Lo que sobra.

Muchas personas viven creyéndose siempre necesitadas. Pero el secreto consiste en desprenderse de lo que se tiene en exceso.

Escuchas a las personas hablar y por lo general es: ''Es que no tengo suficiente autoestima. Lo que me falta es más confianza en mí. Si tuviera más tranquilidad.  Si no fuera por esto y por lo otro. A ver si encuentro pareja. El día que encuentre trabajo...''.
Todo son comentarios sobre lo que no se tiene, lo que se perdió o lo que pudo ser y no fue.
Todo se basa en lo que no existe, lo que falta aún o lo que ya no se tendrá nunca.

Que nos falten cosas en la vida puede ser motivador para alcanzar esos propósitos. 
No lo tengo pero lo quiero. 
Pero para algunas personas, esto es como si se tratase de un retrato, basado en la falta de posibilidades, capacidad y merecimiento. Con poca autoestima y creyéndose incapaces.

Otras personas, en cambio, utilizan la carencia como eslabón perdido en su imagen de perfección.
Son autoexigentes, tendentes al enfado por una nimiedad, algo hinchadas de ego, excesivamente susceptibles a la crítica y amargadas... siempre porque a las cosas les falta ese puntito.

Al final, todos salen de este vacío carencial. Pero caen en una trampa: aprenden a vivir en la falta y no en el deseo de lo que tienen.


Hay que aprender a tener una buena vida, no echar en falta una buena vida.









Unknown

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1 comentarios:

 
biz.