A veces creo que soy feliz. Como cuando estoy con mis amigos tirando mi cabeza hacia atrás, tapándome la boca, mientras río a carcajadas por una broma que alguien hizo.
Pero entonces el día se hace noche y mi sonrisa despreocupada se convierte en una inexplicable tristeza, grabada en mi cara como un tatuaje. Y me acuesto pensando en todas la cosas que me gustaría poder decir y en todas las cosas que tengo miedo de admitir, incluso sólo en mi mente.
Es en noches como esta cuando me doy cuenta de que soy varias cosas.
Soy triste y soy feliz, extrovertida y tímida, rebelde y tranquila.
Pero sobretodo me doy cuenta de que estoy vacía.
domingo, 13 de septiembre de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario