Estoy en la cocina, sola en casa
disfrutando del silencio y del último cigarro de la caja.
La típica escena en la que aparece
una mujer pensativa y nerviosa a la vez, preguntándose el porqué de todo.
Y así es, ahí estoy yo con la mirada
perdida, esperando que entre algún rayo de luz por la ventana que me haga al
menos parpadear.
Últimamente mis días son grises,
bastante. Estoy irritable, insoportable, a veces ausente y otras muchas simplemente
pongo el piloto automático.
Busco silencio para encontrar mi
melodía, después de eso no sé lo que vendrá, la normalidad tal vez.
Necesito que por un momento el mundo
se detenga y pueda tomarme un respiro, no vendría mal una bocanada de aire
fresco.
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